Muchos de nosotros sobrellevamos estoicamente la angustia, puesto que por una u otra razón no podemos acceder a la ayuda especializada. A veces, una crisis de pánico no entendida como tal puede llevarnos a creer que sufrimos de algún mal somático (cardíaco, vascular, etc.), y eso nos hace caer en un estado aún más agudo de ansiedad.
Informarnos - a través de esta recopilación de artículos especializados - nos ayuda a reconocer y objetivar estos síntomas, sin duda el primer paso para lograr la superación.