LILIANA MIZRAHI - La mujer transgresora, Barcelona, Emecé Editores, 1992.
Fragmento:
La libertad no consiste en extirparse la propia historia.
La libertad consiste en trabajar sobre una misma, para re-definir esa historia y redefinirnos constantemente.
“Uno es lo que hace con lo que uno es” (Jean Paul Sartre)
-¿De qué se trata este concepto?-
Se trata de la creación de sí misma como estilo de vida.
Asumir el riesgo y la responsabilidad de jugar alternativas.
Acceder a cambios.
Sostener el propio proceso de transformación.
Crear un devenir diferente en la propia temporalidad.
Advertir que el espacio puede adquirir dimensiones distintas, que serán las que alcancen nuestra capacidad de arriesgarnos a ser libres.
Se trata de las alternativas que cada mujer o varón ayude a concertar en su propia vida y la responsabilidad con que las asuma.
La propuesta es ser militantes de una vida creativa, como tarea, como proceso, como proyecto y como alternativas cotidianas.
Somos tarea. Somos proyecto. Somos proceso.
La mujer o el varón, que convierten su propia vida en un proceso de creación de sí mism@s, trascienden su soledad existencial.
Van forjando sus propias armas de lucha.
Recrea en acciones de amor sus vínculos más deslumbrantes.
Rompe con las membranas que otros y ellos mismos tejieron para aislarlos, y sentados frente a sí mismos, se miran y se interrogan.
Aquella mujer o varón, que se pierde y se reconquista.
Los que van comprendiendo que “se es tiempo”.
Somos tiempo. Somos cambio. Somos una transformación constante.
La propuesta es: Un modo de ser en el mundo.
Convertirse en los propios artífices de la vida, a través de la búsqueda.
Esa búsqueda casi constante, por momentos rigurosa, cansadora, asombrosa, interminable, impregna de significados multiplicadores cada gesto de la vida.
Se trata de la creación de uno mismo.
Se trata de ir haciéndose constantemente. Sólo así, puedo pensar a la mujer y al varón de hoy, como seres lanzados a la aventura de ser. La aventura de construirse, crearse, transformarse.
El ser proyecto.
Aquel que deja de estar atrapado y a merced de las circunstancias, para pasar a la escena de pensar críticamente, en aquello en lo que se está atrapado y a merced.
El ser crítico.
Es el ser del desarrollo reflexivo. El ser de la conciencia crítica sobre nosotros mismos, de donde surge la fuerza transgresora capaz de transformar nuestra propia historia.
No es una tarea fácil ni sencilla, no es corta, no termina, es para siempre, y además es intransferible e irreversible.
Es la Tarea (con mayúscula), de conocerse, transformarse y evolucionar como seres contemporáneos.